domingo, 27 de octubre de 2013

Steven Spielberg y sus películas basadas en mujeres

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Hace unos meses conocí a una chica en una red social para ligar muy potente en España. Digo potente, porque parece un catálogo al azar de gente sin alma ni pasión, como muñecos que son deliberadamente seleccionas. Bueno, a decir verdad, no sé si era mujer (y no me refiero a su sexo, para los mal pensados) o un ser inequívoco, aunque si puedo asegurar que era una forma de vida humana. Y no lo digo por el físico, sino por las neurismas que tuvo que sufrir esa bella dama en su cabeza. En su perfil, se denotaba una persona poco detallista, pues su escaso perfil y su poca información, lo confirmaba. Pero como era una sujeta bastante mayor que yo, tenía ganas de ser concebido con la sabiduría de la experiencia, teniendo la esperanza de ser ilustrado por una mujer ciertamente madura. Pero ojo con las páginas de ligar por Internet, nunca sabes lo que te puedes encontrar.

Cuidado con los perfiles


Después de varios días (solo fueron 48 horas aproximadamente) de conversaciones profundas, decidí quedar con esta chica en persona. Cuando estaba esperando para encontrarme con ella, estaba acojonado. Habíamos quedado en un lugar donde se suele hacer turismo de supervivencia: robos, bandas callejeras, peleas, trafico de órganos, etc. Así que ya había descartado que era una mujer enriquecida de dinero, y por lo tanto, vulnerable. 

Gente maja en el parque
La primera impresión fue normal, como si la conociera de toda la vida. Fuimos a dar un paseo por ese barrio tan bonito. Estuvimos sentados en un banco hablando y compartiendo visiones, como siempre hago con todas las mujeres, para encontrar puntos en común y realizar mi primera pre visualización de la situación. No recuerdo como llegó el tema hasta ese punto, pero estuvimos hablando sobre las relaciones pasadas de cada uno, ella haciendo su particular interrogatorio y yo respondiendo a sus preguntas, asentando la cabeza y de forma serena. Cuando me tocó preguntar a mi, me contó una historia un poco rara. 

No voy a contar la historia a modo de novela, así que te recomiendo que a partir de ahora leas este párrafo lo más rápido posible, ya que tiene más gracia leerlo de esta forma:

READY, STADY, GOOOOOOO!: Su anterior novio, metro-sexual, musculoso, que se dedicaba al boxeo, según ella atractivo y guapo, de unos 24 años de edad, fue virgen hasta el momento. Así estuvieron casi un año de relación. Cuando por fin decidieron sucumbirse a las relaciones, este chico entró en depresión. La tenía extremadamente pequeña, tenía problemas de erección, así que la gran solución de esta bella dama fue ir juntos a un psicólogo, la cual este señor recomendó al chico utilizar los servicios de una prostituta con el consentimiento de su novia puesto que el chico era incapaz de excitarse. Ah, se me olvidaba. Estaba "estudiando para cura". Si, boxeador y cura. 

Todo esto me lo contó con pelos y señales, nunca mejor dicho. Como si nada. Lo increíble fue cuando ella me contó que este chico, después de la ruptura (todos pueden imaginarse el por qué), la estaba espiando con un equipo que había adquirido en la inteligencia oficial del estado Español. Si, lo que es la CIA pero en España a lo chapucero.
Lo que he solido encontrar en las redes sociales para ligar por internet
Entre los paseantes que se acercaban ligeramente a nosotros con afán de sugerirnos salir corriendo, y que la historia se derivo a los espías, en ese momento pensé: aquí falla algo. Aún así, decidí escuchar. Pensé que era un momento genial para sacar el cuaderno, escribir las ideas, realizar un guión de cine, para enviárselo a mi tío Steven Spielberg.

Mi tío Steven ganando un Oscar gracias a mis historias.
Bendito sea la mente humana. No paraba de recibir mensajes sobre que le estaban espiando, que tenía el móvil pinchado, que su ordenador estaba trucado, y que los aparatos que utilizaban eran de una alta tecnología que yo no podía rastrear. Ella me decía que algunos de los perfiles que visitaba mi perfil en dicha página de ligar, eran producto de este hombre. Vamos, que no tenía otra cosa que hacer en su vida que dedicarse a hacer perfiles falsos y meterse en mi perfil, y tener conversaciones normales. Claro. 

El cura boxeador intentando espiar a la chica con su alta tecnología


Bueno, yo quería acabar con todo esto, así que un día me invitó a su casa y hablamos sobre el tema. Estaba decidido a no seguir más con esta historia de ciencia ficción, puesto que al final iba a creemerlo, y quizás hubiera sido alguien más en la lista de "gente que debe ser asesinada por declarar información clasificada". Si, me acosté con ella, y mientras hacíamos el amor, gritaba como una loca, nunca mejor dicho. Después de ese episodio, nunca más volví a verla, a pesar de estar los 4 meses posteriores mandándome mensajes como:

 Echo de menos liarme con un tío como tu
- Ya no me espían, estas a salvo conmigo. 
- El chico creo que murió, porque no se nada de el. 
- He formateado el ordenador, estás a salvo. 
- Te echo de menos 
- Creerás que estoy loca, pero estoy enamorada de ti. 
- Donde estás, hace un rato que no me hablas 
- Creo que me vuelven a espiar.

Cuidado con quien te topas, puedes salir mal parado.






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